Un punto de vista crítico sobre la extracción de muelas del juicio

Roquetas de Mar (Almería)
Bienvenido a wisechoice.dental, mi querido lector hispanohablante. Este es un proyecto de enfoque internacional, de ahí que la mayor parte de los contenidos sean en inglés. ¿Pero cómo iba a olvidarme de publicar algo también en mi lengua materna?
El propósito de esta web es ofrecer un punto de vista mínimamente invasivo, no extractivo, sobre los terceros molares, muelas del juicio o cordales. Es un hecho que estos dientes se extraen en muchos casos sin ninguna necesidad. Como odontólogo, me gustaría aportar mi opinión crítica sobre el asunto.
Internet está lleno de información sobre la extracción de estos dientes: sobre cuándo o por qué es buena idea extraerlos, o sobre cómo es la extracción en sí. Pero este tipo de información es, de hecho, prácticamente la única que se puede encontrar online sobre los terceros molares.
Yo estoy aquí, querido lector, para ofrecer algo distinto.
Me presento: me llamo Héctor Rodríguez. Soy un dentista español, nacido en 1997 en Roquetas de Mar, provincia de Almería. Me gradué en la Universidad de Granada en 2021. Actualmente vivo y trabajo en Francia, concretamente en Bretaña. Para que nos entendamos: la Galicia francesa. Nación celta, esquina noroeste, granito, lluvia, Océano Atlántico. Practico la odontología general para adultos y la ortodoncia interceptiva para niños.
Existe un vacío informativo casi absoluto en lo que respecta al abordaje no invasivo de las muelas del juicio. Como digo, en internet se encuentra información infinita sobre su extracción… pero ya está. Hasta donde yo sé, no hay ningún otro sitio web dental, ni dentista activo en redes sociales, que se dedique a hablar de las muelas del juicio más allá de la cirugía para quitarlas.
Me he dado cuenta de que existe una demanda de ese otro punto de vista, así que por eso lancé esta página web: para ofrecerlo. Para muchos dentistas, si no la mayoría, las muelas del juicio son inútiles, o solo una fuente de problemas, y no les prestan ninguna atención, más allá de recomendar su extracción.
Yo discrepo. Así pues, aquí hablaremos de la preservación de las muelas del juicio, no de su extracción. Hablaremos de posibilidades de tratamiento para muelas del juicio que lo necesiten y puedan ser salvadas. Y, sobre todo criticaré las extracciones injustificadas y trataré de desmentir mitos y leyendas.
Y es que con los terceros molares pasa un poco como con la Edad Media: tienen una terrible e injustificada leyenda negra asociada. Y eso no está bien: son dientes como otros cualquiera. No son un defecto de la naturaleza. Ni son vestigiales, ni inútiles, ni están desapareciendo, ni son «bombas de relojería».
¿Tienes dudas sobre la extracción de las muelas del juicio? ¿Te han recomendado una extracción y no estás seguro de si realmente la necesitas? O quizá, ¿es este el caso de alguien que conoces? ¿Tienes alguna duda o pregunta en general sobre el tema? Pues estás en el lugar adecuado.
Mi impresión es que en los países hispanohablantes no hay tanta tendencia a quitar injustificadamente los terceros molares, como sí la hay en parte del mundo anglosajón, o en Francia, donde trabajo. Pero igualmente, es un problema que ocurre en todas partes, en mayor o menor medida, así que te invito a que seas crítico con la extracción, y a que solo accedas a realizártela si verdaderamente la necesitas.
Si dominas la lengua de Shakespeare, te invito a explorar los demás artículos de este sitio, donde seguramente encontrarás la respuesta a tus preguntas. Pero más allá de eso, aquí va un pequeño resumen de mi filosofía en español:
El punto clave es que las muelas del juicio son dientes completamente normales y deben considerarse y tratarse como cualquier otro diente. No son un defecto peligroso de la naturaleza: son dientes como otros cualesquiera. Comprende y aplica correctamente esta idea, y el resto de mi filosofía se desprende fácilmente a partir de ahí.
La razón por la que se quitan tantos terceros molares sin necesidad probablemente sea por una mezcla de viejas tradiciones, ideas erróneas y falta de formación. Un «sentido común» mal aplicado, en muchos casos. Este es un enemigo típico en ciencia, como ya nos previniera Isaac Asimov en su obra Fotosíntesis, de 1968.
Que quede clara una cosa: yo no estoy en contra de la extracción de las muelas del juicio en todos los casos: lógicamente, hay casos en los que está perfectamente justificado quitarlas. Ocurre como con los demás dientes: a veces hay que extraerlos. Pero justamente: ¡a veces! No sistemáticamente, ni «casi siempre», ni «por prevención». Solo la patología puede justificar la extracción de una muela del juicio, nunca la prevención. Una extracción preventiva es una extracción injustificada.
La falta de espacio no es, por sí sola, una justificación válida para la extracción de las muelas del juicio. Que les falte espacio, o que se hayan formado en «mala posición», no es una situación patológica. El apiñamiento de los incisivos también se debe a una falta de espacio y es una mala posición dental, pero a nadie se le recomienda la extracción de incisivos torcidos. Exactamente la misma lógica se aplica a las muelas del juicio impactadas (retenidas), siempre que estén sanas y asintomáticas. En la mayoría de los casos, las muelas del juicio impactadas no causan ningún problema. Los casos problemáticos son claramente la excepción a la regla. El riesgo de la cirugía es superior al de dejar las muelas del juicio asintomáticas sin extraer, y puede incluir cosas tan poco deseables como daño nervioso permanente, fractura de los segundos molares o infecciones severas. Cualquier dentista ve a menudo a pacientes de edad avanzada que conservan una o más muelas del juicio impactadas, sin ningún problema. Y si el paciente alguna vez tiene un problema con ellas, no pasa absolutamente nada: se pueden quitar cuando exista un motivo (patológico) concreto para hacerlo. Igual que se hace con cualquier otro diente.
Por otro lado, los casos problemáticos de muelas del juicio impactadas no son una situación «mágica» en la que el diente empieza a doler o se infecta porque sí: todo está claramente relacionado con la salud de las encías. Y es que una muela del juicio impactada a menudo se comunica con el resto de la boca a través del surco gingival (el espacio entre los dientes y las encías). O, si solo ha salido en parte, o aún está saliendo, estará rodeada por encía. Así que, cuida tus encías y evitarás problemas con las muelas del juicio. Cepíllate bien las encías (no sólo los dientes) y también alrededor de las muelas del juicio (si cierras un poco la boca podrás hacerlo más fácilmente), usa hilo dental, hazte limpiezas dentales regularmente...
No, las muelas del juicio no pueden mover otros dientes. Da igual si les falta espacio, si están horizontales, o si has llevado brackets (frenos). Los dientes, incluidas las muelas del juicio, no hacen fuerza cuando aparecen en boca. El mecanismo de la erupción dentaria no se conoce bien, pero está bastante claro que no existe ninguna fuerza involucrada. La capacidad de las muelas del juicio de provocar apiñamiento de los incisivos es una leyenda urbana, completamente falsa. Si crees que se te han movido los dientes «por culpa de las muelas del juicio», es que o bien no tenías ningún apiñamiento para empezar, u otra cosa lo ha provocado. Probablemente, la enfermedad periodontal, o el no haber llevado retenedor una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia.
Las muelas del juicio se utilizan a menudo como chivos expiatorios para muchos problemas que no provocan. El principal, el mencionado apiñamiento dental.
También hay que tener cuidado con las mutilaciones que se producen, porque a veces no son sólo muelas del juicio impactadas las que se extraen: a veces también se quitan muelas del juicio que están perfectamente. Completamente desarrolladas y participando en la masticación, o desarrollándose normalmente. Y esto es una absoluta salvajada. Toma conciencia de tu boca, entiende tu propio caso clínico, y no aceptes JAMÁS quitarte ningún cordal que esté bien. ¿Te quitarías cualquier otro diente que también estuviera bien?
En este sentido, en especial, mucho cuidado si te han recomendado extraer las cuatro muelas del juicio a la vez. Desde que empecé a trabajar como dentista, nunca he visto un caso de un paciente que necesitara que le extrajeran las cuatro muelas del juicio al mismo tiempo. Es posible, pero muy raro. Pero muchos dentistas recomiendan automáticamente quitar las cuatro, incluso si solo una de ellas tiene problemas, así que cuidado con esto también.
De igual forma, recomiendo encarecidamente evitar las extracciones de muelas del juicio en niños y adolescentes jóvenes. A esa edad, aún no están muy desarrolladas, y la cirugía es complicada, muy invasiva, arriesgada y simplemente injustificada: sólo la patología puede justificar la extracción, así que, ¿cómo va a causar patología un diente que ni siquiera está completamente formado?
En la misma línea, una extracción tardía suele ser una extracción más sencilla y menos arriesgada. Los defensores de la extracción profiláctica a menudo dicen lo contrario, e incluso el dichoso «sentido común» parece indicar que en un paciente joven la cirugía irá mejor. Pero pensar así es un error. Por ejemplo: una muela del juicio más formada será necesariamente más fácil de extraer que una menos formada. Si una muela del juicio erupciona y no hace contacto, perderá parte de su retención en el hueso y se volverá más fácil de extraer con el tiempo, una vez que sobreerupcione (es decir, que salga un poco del hueso). Además, una muela del juicio con inflamación a su alrededor será más fácil y menos traumática de extraer que una muela del juicio rodeada de hueso completamente sano y duro.
Finalmente, si una muela del juicio causa problemas de verdad, a menudo hay formas de tratarla sin extraerla. La mínima invasividad es muy importante para una atención dental de calidad. Yo intento aplicar sus principios. Así que yo no voy a quitar una muela del juicio si puedo solucionar sus problemas de otra manera. Si tiene caries, a menudo es posible empastarla. Si lo que provoca molestias es la encía que aún la cubre, una operculectomía o gingivectomía (corte de la encía) será más razonable que una extracción dental. Si hay mordisqueo accidental de la mejilla, se debe intentar una reducción de cúspides (piquitos) antes de pensar en extraer el diente.
Así las cosas, si hablas inglés, te invito nuevamente a que explores el resto de artículos de esta web. No dejes de mirar también la sección de Recursos, donde encontrarás bibliografía que respalda mi manera de trabajar. Y es que, más allá de mi experiencia clínica personal, mi mentalidad respecto a las muelas del juicio está plenamente basada en la evidencia y las guías clínicas.
Pero evidencia y guías al margen, la odontología es todo un arte. Es muy distinta de lo que son las ciencias exactas, como las matemáticas o la física teórica. Las opiniones y las experiencias individuales de los dentistas tienen un peso bastante más importante que en otras disciplinas. Así que, espero que la mía sea útil.
Y que quede claro una cosa: yo solo estoy exponiendo mi opinión personal en estos artículos. No pretendo sentar cátedra sobre la materia: solo exponer un punto de vista que, a mi humilde parecer, es bueno y necesario. Yo no soy mejor dentista que el tuyo, querido lector, así como Miguel de Unamuno no era mejor escritor que Jorge Luis Borges. Pero mi opinión tienes derecho a conocerla.
Y aquí estoy, a tu entera disposición. Si tienes cualquier duda o pregunta, no dudes en contactarme. Estaré feliz incluso de darte una segunda opinión sobre tus muelas del juicio.
Si quieres apoyar este proyecto, también puedes hacer una donación. El 10% de todo lo recaudado se destinará a la investigación de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en España. Concretamente, al Hospital Vall d’Hebrón, de Barcelona.
Y eso es todo. Me despido con esta frase del poeta cubano José Martí: Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad.
Saludos cordales.